5 títulos para un adolescente

Cuando hace casi tres décadas Pedro Salinas escribió que «el hombre está perdido en el centro de la cultura», quizá no llegara a imaginarse el grado de difusión y edición de libros que se ha alcanzado en estos último años. La idea, en cualquier caso, es clara: un consumo indiscriminado de «cultura» puede producir un empacho existencial. Seleccionar, por tanto, parece la actitud más razonable y prudente. Por eso, y aunque las listas son a veces la cosa más tonta, rescatamos aquí algunos títulos para adolescentes —incipientes y consumados— de nuestro inmenso océano editorial:

  • En primer lugar acudimos Roald Dahl, un escritor muy socorrido para los chavales que están en ese momento indeterminado entre la infancia y la pubertad. La peculiar imaginación del autor da lugar a tramas atractivas, capaces de absorber la atención de los menos habituados a la lectura. Los lectores más consolidados, además, sabrán disfrutar de las asiduas ironías con las que este escritor británico suele regar sus obras. Entre sus títulos destacan Charlie y la fábrica de chocolate y Las brujas.
  • Parece imprudente no mencionar, en una enumeración como esta, Carta al rey, un libro que recibió en 2004 el «Griffel der Griffels», esto es, el Premio de los Premios, un galardón que lo eleva al Olimpo de los libros juveniles. Tonke Dragt, autora de origen indonesio, narra la historia de un joven que antepone el servicio a los demás a sí mismo, aunque eso ponga en riesgo su nombramiento como caballero.
  • El protagonista del éxito de ventas que ha sido La lección de August es un chico desesperadamente feo. Narrado de forma coral, los distintos personajes irán revelando su evolución a lo largo del primer año de Auggie en el colegio. R. J. Palacio ha escrito un texto con valores, muy adictivo para los adolescentes por su capacidad para conectar con aspiraciones y preocupaciones comunes en esa edad. Desde luego es un buen repelente de complejos.
  • De J. R. R. Tolkien apenas me atrevo a decir nada más que su nombre. Sus mundos literarios son muy conocidos por todos, aunque no siempre igualmente leídos. La gran ventaja que aporta son las distintas profundidades de lectura que ofrecen sus obras: desde el seguimiento más superficial de los acontecimientos, hasta el hallazgo de verdades que alcanzan lo más íntimamente humano. Por esto último, parece más adecuado para lectores consolidados.
  • Dentro de los títulos expresamente dirigidos a un público adolescente, sobresale uno que se ha afianzado durante los últimos años. Es obra de Alessandro D´Avenia, italiano, y se titula Blanca como la nieve, roja como la sangre. En él encontraremos los ingredientes propios de la edad (amor, comunicación, trascendencia, sentido de la vida…) cocinados de forma hábil y atractiva. Su mayor logro quizá esté en su capacidad de provocar interesantes reflexiones en los jóvenes lectores.