Aprendiendo a ser amigos

La etapa de la adolescencia temprana ( 1º y 2º de ESO) es un buen momento para que nuestros hijos aprendan el verdadero significado de la amistad e incorporen a su abanico personal dos cualidades muy importantes para la vida: Lealtad y confianza.

A esta edad, doce y trece años, la gran mayoría, entienden la amistad como pertenencia a un grupo con el que se mimetizan en intereses, vocabulario, forma de vestir y de actuar empezando a forjar así su personalidad.

Esto es debido a la inseguridad, natural de la edad; pero cuando se añaden la baja autoestima (la opinión negativa de uno mismo y su entorno) y la falta de habilidades sociales, se puede agravar el problema y, en cierta forma ser “condenado al ostracismo” resultando misión imposible la aceptación en algún grupo. Cuando a la situación se suman acoso y violencia, se habla de “bullying”.

En la mayoría de los casos son situaciones que se superan con el tiempo, a medida que maduran, pero mientras éste pasa, ellos sufren.

¿Cómo podemos actuar los padres sin entrar en la súper protección tan extendida en nuestra sociedad? ¿Hasta qué punto conozco el rol social de mi hijo dentro del grupo? ¿Es de los que incluyen o excluyen? ¿Cómo les traslado la idea de que lo realmente importante es saber ser buen amigo, capaz de establecer relaciones con los demás en las que imperen la lealtad y la confianza, cuando ellos están experimentado lo contrario?

Aquí apunto una serie de pautas que espero sean útiles para orientar en este tema:

1. Diálogo extremo: para detectar la situación lo antes posible, si le excluyen o se aísla. Resulta difícil percibir cuando son ellos los que no aceptan a los demás y hacen daño con sus rechazos. También necesitan pautas para aprender a integrar. Ellos muchas veces lo ocultan por avergonzarse, por falta de confianza, por sentir que acusan.

2. Comunicación al colegio: Acción conjunta de padres – profesores – compañeros. Rápida y fluida, todos estamos a lo mismo.

3. Ayudarles a resolver conflictos:
– Definir el problema y analizar sus posibles causas.
– Establecer objetivos.
– Diseñar posibles soluciones.
– Poner el plan en práctica.
– Valorar los resultados.

4. Desarrollar y trabajar las habilidades sociales. Apuntarles a actividades de grupos, facilitarles un contexto. Enseñarles a comunicar, a expresarse.

5. Darles seguridad, cuando son pequeños, su autoestima la construyen por la aceptación de sus padres, a esta edad empieza a tener más peso la aceptación de sus iguales y la comparación con otros. Es importante conocer la psicología de la edad para ayudarles desde la comprensión.

Las cualidades del verdadero amigo son la lealtad y la confianza. Ellos lo van aprendiendo poco a poco, quemando etapas, viviendo contrariedades, en muchos casos lo aprenderán con dolor. Lo importante es aprovechar todas las oportunidades para acompañarles en su crecimiento y que incluso de las situaciones adversas, aprendan a valorar el verdadero significado de ser amigo.