Iniciar el aprendizaje de un segundo idioma en Educación Infantil, y en concreto del inglés, es una necesidad. En este post trataremos de dar respuesta a varias cuestiones: ¿Por qué iniciar el bilingüismo en infantil? y, ¿Cómo podemos estimular al niño para lograr la máxima perfección del lenguaje?

Comencemos por explicar por qué es importante iniciar el bilingüismo en infantil. Pues bien, ¿Quién no ha oído alguna vez la frase de “cuando son pequeños los niños son como esponjas”, o, “los idiomas se aprenden mejor cuando son pequeños”?, ¿Es cierto? ¿Hay alguna razón científica que nos ayude a entenderlo? Efectivamente la hay, y la respuesta está en la PLASTICIDAD CEREBRAL.

El cerebro tiene más de cien mil millones de neuronas, y con los años el número de neuronas se va reduciendo. Antes de los 6 años es cuando se da el mayor número  de conexiones neuronales y nuestro cerebro permanece “a la espera” de ser estimulado. ¿Por qué no aprovechar ese momento para aprender un idioma?, es más, al tratarse de un periodo comprendido entre los primeros años de vida hasta los 6 años, da la casualidad de que coincide con la etapa escolar. Este es el motivo que nos lleva a los profesionales de la educación, a insistir en el aprendizaje de la segunda lengua en Educación Infantil.

También es importante que tanto padres como profesores conozcan algunas herramientas para estimular adecuadamente. Os proponemos estas tres ideas:

– El grado de estimulación tiene que ser el mismo en ambos idiomas. Es decir, para que el niño alcance una dominancia paralela de ambas lenguas, será necesario que la estimulación entre ambos idiomas sea equilibrada. Por eso en algunos colegios el 50% de la jornada se realiza en inglés y el otro 50% en español.

– Aprender algo siempre es más sencillo cuando se tienen en cuenta los gustos y aficiones de nuestros alumnos. En el caso de los alumnos de Educación Infantil, enseñar un segundo idioma a través de rimas, cuentos, dramatizaciones etc. es muy positivo, ya que estos recursos constituyen un elemento motivador para el niño, favorecen su interés por aprender y al mismo tiempo contribuyen al desarrollo del lenguaje y al desarrollo cognitivo.

– Estudios recientes afirman la necesidad de interacción social como herramienta base para el aprendizaje de un idioma. ¿Cuántas veces dejamos a los niños expuestos ante la televisión viendo unos dibujos en inglés? Pues bien, esto es positivo pero hasta cierto punto. El aprendizaje de los niños es mucho mayor cuando interaccionan con alguien en dicho idioma. Ven a esa persona como “un modelo” y de ella aprenden cómo hablar. Además, el hecho de que haya una persona, permite que se corrijan en ese mismo instante los errores que los niños comentan al hablar.

Por tanto, no pensemos que el bilingüismo es algo a lo que nos obliga el sistema. Veamos la otra cara de la moneda, pensemos en los beneficios que trae consigo a nivel cerebral para aprendizajes posteriores y las oportunidades a nivel de estudios o profesional, que nos va a proporcionar para el día de mañana.