¡¡¡Ya está aquí el verano!!!


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Por fin llega el tan ansiado verano, y, después de tan larga espera, resulta que muchas familias con niños pequeños, pasado el primer arrebato de ilusión y de alegría,  piensan… ¿y ahora cómo hago? ¿Qué organizo? ¿Qué cosas puedo hacer con ellos?

Pues ahí van unas pequeñas ideas o sugerencias por si a alguien le sirven de ayuda.

  • Empecemos por lo más elemental: descansar, disfrutar y pasar tiempo juntos. Parece obvio, pero cuántas familias a lo largo del curso han tenido tiempo para hacer cosas juntos, y para “rozar” unos con otros, que es de donde surge el conocimiento del otro, el cariño, el aprender a convivir.

 

  • Dejar mucho tiempo para jugar y jugar con ellos. Es muy buen momento para enseñarles juegos de mesa que tengan reglas claras; además tendremos más paciencia y horas que durante el resto del año. Para los más pequeñitos el dominó, la oca, juegos de memoria.. a partir de los 4 y 5, el parchís, y el juego estrella: el ajedrez.

 

  • Realizar actividades que impliquen ejercicio con o sin clases específicas (papá y mamá son los mejores profesores en muchas ocasiones): natación (juegos o ejercicios acuáticos), montar en bicicleta, balón, tenis, caminatas, excursiones… Vivir las fiestas, actividades y celebraciones de los lugares donde pasamos el verano.

 

  • Buscar otro tipo de actividades o talleres de tipo manual, relacionados con la música, la pintura, etc. Es un buen momento para potenciar y descubrir aficiones en los hijos; o simplemente realizar en casa manualidades. Pon un mantel de plástico en la cocina y lánzate a pintar, pegar, recortar, modelar, ensartar, construir, etc.

 

  • Haz un huerto, en la terraza, en el jardín o en algún sitio que conozcas. Que los niños aprendan a plantar semillas, a cuidar las plantas, a probar y comer lo que de él obtengamos.

 

  • Por último, y, si queremos ponernos algo más formales, mantener,  sólo un poquito, el hábito de trabajo que han ido desarrollando durante el curso, a través de algún cuadernillo, de pasatiempos, de un ratito diario de alguna actividad más sedentaria o de concentración: puzles, cuentos, lectura, aunque sea sólo mirar cuentos y buscar letras que conocen, o dar a las letras de un teclado de ordenador buscando las que tú le dictas.

Hay juegos y actividades buenos para el ordenador y el iPad, pero es tan fácil terminar abusando de ellos, que debemos estar muy seguros de que vamos a realizar un uso adecuado.

Todo este cóctel, aderezado con un poco de orden, de horarios, aunque sean flexibles, claro, y de ganas de pasarlo bien juntos, tiene el éxito asegurado.

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