¿Lo mando al extranjero?

Hoy en día a muchos padres nos gustaría enviar a nuestros hijos a estudiar al extranjero para la mejora del inglés.

¿Cuál es la mejor edad? Esta es una pregunta compleja donde no hay una verdad absoluta, todo depende de vuestro hijo, pero tenemos que tener en cuenta algunos factores importantes:

  • En mi opinión un niño de menos de 9 años, por regla general, no tiene las herramientas necesarias, ni el inglés para enfrentarse a esta experiencia.
  • Cuanto más pequeños mejor y más rápido aprenden, y sus estancia allí la pueden disfrutar mucho más.
  • Siendo pequeños se divierten de forma más sencilla y se relacionan mejor con los niños nativos.
  • Los pequeños generalmente tienen menos “ataduras aquí”: amigos, equipos de deporte, estudios, …

Me gustaría recomendar que todo el que pueda que envíe a su hijo entre 5º y 6º de Primaria. Son pequeños si, pero si están un poco controlados (familias de confianza, organizaciones, etc), aprovecharán mucho la experiencia y tendrán un buen recuerdo de ella.

¿Qué tipo de estancia elijo? Hay una gran variedad pero las resumiremos en tres:

  • Campamento de verano: suelen ser estancias cortas, muchas veces tienen gran contacto con españoles. Lo recomiendo como primera toma de contacto o para niños que necesitan un seguimiento constante a nivel académico y que no se les pueda enviar fuera durante el período escolar.
  • Un Trimestre o varias semanas. Esta opción para mi gusto es la mejor y he podido comprobar de primera mano sus bueno resultados. Para ello es muy importante que se integren en un colegio con poco alumnado de habla hispana. La mejor opción sería el intercambio aunque muchas veces es la más difícil ya que la demanda del aprendizaje del español allí no es la misma que aquí la del inglés.
  • Un curso escolar completo. En relación al idioma es la mejor con diferencia pero tiene sus puntos negativos. No todos los niños están preparados para vivir una experiencia de estas características, es fácil que se relajen en los estudios, en los hábitos y que a su vuelta pueda tener problemas para retomar los estudios con soltura. Hay que valorar muy bien la madurez y personalidad de vuestro hijo. Podéis ayudaros del colegio para tomar esta decisión.