¿Qué valores tienen los deportes de equipo?

En muchas ocasiones, los padres nos preguntamos si es mejor que nuestro hijo haga un deporte individual o un deporte de equipo. La respuesta no es fácil, ya que todo deporte es siempre sano para el cuerpo y para el espíritu de la persona que lo practica. Pero dependiendo de la edad de nuestro hijo, nos puede ayudar a tomar la decisión los valores que se inculcan en un deporte de equipo:

– La educación es de los primeros valores que se desprende de un deporte colectivo. En un grupo se necesita y enseña a pedir las cosas por favor, a dar las gracias, a escuchar, a tratar con compañeros, que, aunque puedan tener caracteres diferentes, forman parte y trabajan juntos para lograr el mismo objetivo. El deportista aprende a saber trabajar en equipo en busca de una meta común, cada uno aportando sus fortalezas, que todos las tienen.

– El respeto al entrenador, a los rivales, a unas normas establecidas y a un árbitro que trata de impartir justicia son valores añadidos al deporte de equipo. Los integrantes del grupo aprenden que la puntualidad es necesaria como una forma de respetar a los demás y que las personas con las que comparten su trabajo pueden también equivocarse; y aceptar esa equivocación como parte del juego es otro de los valores de un deporte colectivo.

– La disciplina y el orden están en la esencia de un equipo; el saber acatar las decisiones de la persona que está al frente del grupo y el adquirir unas rutinas de calentamiento, entrenamiento y competición ayuda también a poner orden en la vida de cada uno.

Cuando un niño está integrado en un deporte colectivo, forma parte de un espíritu de equipo en el que la responsabilidad es vital, ya que cada compañero debe cumplir con su papel e intentar no fallar al resto, superando las apetencias individuales de cada momento.

– También supone aprender a tomar decisiones y asimilar que las consecuencias de sus acciones, de su concentración y de su esfuerzo, pueden afectar al resto del grupo.

– La humildad es otro valor añadido al deporte de equipo, el niño aprende a reconocer sus propias limitaciones y debilidades, comprende que no lo sabe todo y que se puede aprender unos de otros.

Finalmente, desde el punto de vista de la sociabilidad, estamos logrando que nuestro hijo disfrute de su tiempo de ocio de forma sana, haciendo amistades con niños que tienen intereses comunes, formando en la mayoría de las ocasiones una pandilla de amigos que saben invertir correctamente su tiempo libre.

Julio Santo Tomás Martín

Soy antiguo alumno de El Prado, licenciado en Periodismo y Maestro de Educación Primaria. Comparto mi vocación docente con el deporte, donde soy entrenador de baloncesto y coordinador de las actividades extraescolares del colegio.