El arte (¿o el lujo?) de hablar en público
En la sociedad actual hablar en público se ha convertido en algo reservado a un grupo de personas que se especializa en esta técnica. Pero en realidad no debería ser así.
Todos tenemos que ser capaces de expresarnos con claridad, facilidad y sin miedo ante los demás, con la finalidad de transmitir un mensaje. Sin embargo, en una amplia mayoría de los casos nos encontramos con discursos vacíos de contenido y repletos de muletillas que no dicen nada, o peor aún, dicen mucho de la persona que tenemos enfrente.
Un buen orador transmite seguridad, orden de pensamientos, fiabilidad y transparencia. Un buen tono de voz, una postura corporal correcta y sobre todo saber de qué queremos hablar, son condiciones que desde las aulas estamos pidiéndoles a nuestras alumnos. Pero podemos ir más allá, cuidando la forma de hablar delante de ellos y a la vez invitándolas a que se expresen de forma correcta en su día a día. Así transformaremos lo extraordinario en cotidiano; que no está reñido con la naturalidad, pues un buen orador nunca es pedante.
En un mundo en que la imagen externa es tan importante, resulta contradictorio que no se cuiden estos detalles, por ello intentamos formar a los niños en esta disciplina dentro y fuera de las clases; mediante técnicas sencillas y sobre todo poniéndolas diariamente ante situaciones en las que contar sus experiencias, sueños y razonamientos.
En definitiva, como profesora, quiero que este “arte de comunicar” sea un lujo del que nuestros alumnos disfruten, siendo una seña de identidad en su forma de transmitir lo que llevan dentro.
Flora Iriarte Ramos
Diplomada en Magisterio por la Escuela de Fomento de Centros de Enseñanza. Profesora de Primaria en el Colegio Montealto. 6 años de experiencia en el mundo de la publicidad.
Soy experta en Oratoria y durante los últimos 3 años he realizado diferentes cursos de especialización en la materia.