¡Pueden hacer las cosas solos!
¿En algún momento has pensado “no puedo más”, “estoy agotada/o”, “me paso el día entero detrás de mis hijos recogiendo y limpiando para conseguir que todo esté ordenado”? Probablemente sí, ¿verdad?
Bien; esto podría cambiar si les diésemos la oportunidad de asumir parte del “trabajo” de los padres. ¡Dales autonomía, pónselo fácil y déjales colaborar!
Tenemos que dejarles crecer. Debemos evitar que sigan anclados en la etapa de bebé y para ello debemos promover su autonomía; que sean capaces de realizar sin ayuda, actividades acordes a su edad. Por ejemplo, vestirse ellos solos, lavarse las manos, etc. Esta autonomía debemos consolidarla desde que el niño es muy pequeño.
De esta manera serán menos dependientes, no demandarán tanta ayuda y tendrán menos dificultades a la hora de solventar los problemas propios de su edad.
No debemos obligarles, ni forzarles a hacer las cosas. Debemos ser astutos y propiciar esos momentos de recogida, invitarles a ayudarnos y hacer que sean divertidos o atractivos para ellos; podemos cantar, contarles historias mientras realizamos las tareas, etc.
¿Qué tareas pueden hacer a cada edad?
En la siguiente lista de tareas veréis algunas actividades para las que vuestro hijo puede estar preparado. Antes de llevarla a cabo recordad que cada niño madura a un ritmo diferente, así que valorad si éstas se ajustan a su nivel.
2 y 3 años
- Guardar los juguetes en la caja
- Poner la ropa sucia en el lugar adecuado para que después se lave
- Tirar las cosas a la basura
- Colocar objetos en estanterías
- Ir a buscar los pañales y toallitas
- Limpiar el polvo por encima
4 y 5 años
- Alimentar a las mascotas
- Recoger los juguetes
- Hacer la cama con ayuda de un adulto
- Recoger la habitación
- Ayudar a preparar aperitivos sencillos
- Usar la aspiradora de mano
- Poner, recoger y limpiar la mesa
6 y 7 años
- Recoger la basura
- Limpiar el suelo con la mopa
- Vaciar el lavavajillas
- Recoger hojas secas
- Preparar una comida sencilla
- Cambiar el rollo de papel del WC
8 y 9 años
- Cargar el lavavajillas
- Hacer la cama
- Cuidar de las mascotas
- Doblar/Colgar ropa limpia
- Guardar la compra
- Limpiar espejos, encimeras y cualquier superficie
- Barrer y fregar el suelo
10 y 11 años
- Limpiar los baños
- Aspirar alfombras
- Limpiar la cocina a fondo
- Cortar el césped
- Recoger el correo
- Hacer costura fácil (dobladillos, botones,…)
- Barrer el garaje
12 años en adelante
- Fregar el suelo
- Cambiar bombillas del techo
- Aspirar y lavar el coche
- Podar los setos
- Ir a comprar comida con una lista
- Cocinar una comida completa
- Hornear un pastel o bizcocho
- Planchar la ropa
- Vigilar a los hermanos menores
- Sacar la basura
- Poner la lavadora
¿Cómo lo hacemos?
2. Explicar qué le vais a exigir.
- Decidir lo que le vais a pedir.
- Evitar terminar por él. Por muy despacio que vaya, rechazad pensamientos del tipo “prefiero hacerlo yo que lo hago antes y mejor”.
- Pedirle algo acorde a su edad.
- Ser constantes y hacerlo en todos los lugares, no exigir en casa y fuera no.
- “Remar en la misma dirección”, no vale que mamá le exija y papá no, o al contario.
- Organizar lo necesario. Por ejemplo, si le vamos a pedir que recoja sus juguetes después de usarlos, hay que prepararle un sitio específico para ello.
Explicarle de forma muy clara y en pocas palabras qué tiene que hacer y cómo debe hacerlo, dándole seguridad. Por ejemplo, para decirle que ya puede empezar a lavarse las manos solo se le puede decir: “desde hoy vas a ser un niño súper mayor, te vas a lavar las manos tú solo, que sé que lo vas a hacer fenomenal”. Se puede representar la escena para que le resulte más fácil entenderlo. Así le podemos decir, “primero me mojo las manos, luego me echo un poco de jabón…” Es importante que haya entendido bien las instrucciones, para eso le podéis pedir que os las repita.
2. Practicar
- Propiciar muchas ocasiones de práctica.
- Al principio deberéis recordarle los pasos a seguir: “primero me mojo las manos, luego me echo jabón…”
- Reforzarle positivamente los primeros avances.
- A medida que progrese debemos ir disminuyendo la ayuda.
3. Supervisar
- Revisad cómo va haciendo lo que le hayáis mandado y su resultado final. Si no está del todo bien decidle en qué puede mejorar.
- Elogiad y valorad su realización.
En definitiva, es recomendable no hacer por el niño nada que pueda hacer por sí mismo; veréis cómo empiezan a desenvolverse ellos solos. Ayúdales a que lo hagan sin tu ayuda.
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