¡Viva el aburrimiento!
No hace falta decir que vivimos en una sociedad en la que el ritmo es frenético y algunas veces loco. Estamos ante la sociedad de la “inmediatez”: “lo quiero-lo tengo”. Esta manera de vivir que hemos adoptado se la hemos transmitido a nuestros hijos. Tenemos el día lleno de cosas, estamos constantemente cambiando de actividad, le tenemos un gran miedo al aburrimiento propio y muchísimo más a que nuestros hijos se aburran. ¿Cuántas veces de niños nos han dicho que si nos aburríamos nos compráramos un mono? ¿Cuántas veces se lo hemos transmitido a nuestros hijos?
El aburrimiento es fundamental para el desarrollo de los niños y niñas. Desgraciadamente se está perdiendo algo que es imprescindible para su proceso madurativo.
Gracias al aburrimiento nuestros hijos ganarán en:
– Creatividad e imaginación. Deja que se aburra y aunque al principio te dará la tabarra, al final su creatividad e imaginación crecerán: tendrá que jugar. Los niños consiguen creatividad e imaginación fundamentalmente a través del juego.
– Paciencia. Tienen que aprender a esperar, ya que están acostumbrados a tenerlo todo inmediatamente. No saben respetar los tiempos ni esperar las cosas.
– Atención. Están acostumbrados a ir cambiado frenéticamente de actividad, igual que nosotros. Esto hace que sea imposible que fijen su atención de manera sostenida en algo. Déjales que se aburran y ganarán mucho en atención. Una vez más la mejor manera es a través del juego.
– Seguridad. Los niños son cada vez más inseguros. Están acostumbrados a tener a una persona constantemente a su lado diciéndoles lo que tienen que hacer y cómo lo tienen que hacer. Déjale que se aburra y ganará en seguridad, ya que tendrán que aprender a ser los dueños de sus vidas: a sostenerlas y controlarlas.
– Juego. Los niños tienen que jugar. Es fundamental para su desarrollo, tan importante como el aburrimiento. Es fundamental que jueguen con otros niños, pero también que jueguen solos. No caigamos en centrar sus juegos en casa en los videojuegos, tablets, etc.
– Descubrir y contemplar el mundo exterior. Los niños por naturaleza son egocéntricos. Déjale que se aburra y se sentará a contemplar el mundo exterior, a asombrarse de las cosas, a no tener sus sentidos sobrestimulados. Ganará en capacidad de contemplación que es algo que también se está perdiendo hoy en día. Se dará cuenta de que hay vida más allá de sí mismo, de sus padres y del resto de la familia. Le estarás dejando crecer.
No le tengas miedo al aburrimiento. Es un arma muy poderosa y necesaria para los niños e incluso para los adultos.
Miguel Gracia Martínez-Caro
Soy padre de tres hijos y profesor de Primaria. También soy orientador familiar y experto en comunicación. Disfruto mucho con mi trabajo y pasando tiempo con mi mujer e hijos.
Miguel graciais por confirmar lo que siempre he aplicado en nuestro hogar. Mis hijos son unos grandes lectores, y todo gracias a que los deje que se aburrieran y descubrieran el gusto de la lectura. Si los mantienes siempre ocupados nunca leerán más que los minutos «reglamentarios»